[vc_row][vc_column][vc_column_text]Quizá sean sus instintos, pero sin duda a la carrera delictiva de Ricardo Sánchez Zapata, oriundo de Tabasco, ha contribuido la mala aplicación del sistema de justicial oral en Yucatán, pues a pesar de que llegó con antecedentes penales, en al menos dos ocasiones que ha sido detenido ha librado la cárcel.
Ahora se le procesa como probable responsable de los delitos de violación equiparada, violación en grado de tentativa y robo, pero podría enfrentar otros cargos por agresión sexual.
Antes de ser detenido en esta ocasión, trabajaba como vigilante.
El sujeto fue presentado ante el juez Luis Mugarte Guerrero, quien lo vinculó a proceso por delitos de índole sexual y como medida cautelar se le impuso la prisión preventiva por un plazo de seis meses.
Se concedió a la autoridad investigadora un término de dos meses para el cierre indagatorias.
Se comentó que se está integrando otra carpeta de investigación en su contra en Kanasín, por un delito similar y otras en Mérida.
Como parte de su carrera delictiva, fue detenido el 25 de noviembre del 2016 en Kanasín, luego de irrumpir en un predio de la colonia Cuauhtémoc, donde entró a robar y atacó a una menor de edad, que resultó con lesiones de menos de 15 días.
En esa ocasión la Fiscalía adscrita al Juzgado de Kanasín le formuló imputaciones por robo calificado cometido con violencia. A petición del Ministerio Público, el juez Santos May Tinal le impuso la prisión preventiva, pero en la audiencia de vinculación a proceso la modificó, le puso otras menos gravosas y lo dejó libre.
En esta ocasión, el 30 de agosto atacó a una joven de 18 años de edad, en la colonia San Antonio Kaua, a quien amenazó con un cuchillo pero, poco después fue arrestado por agentes de la Secretaría de Seguridad Pública.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]