MÉRIDA.- Por querer aprovechar el relajo de la tormenta tropical Gamma, un ebrio ladrón resultó con serias lesiones en la cara y la cabeza cuando pretendía huir con un tanque de gas doméstico, pues en varias ocasiones se cayó en la cinta asfáltica de la colonia Bojórquez.
Su cómplice optó por fugarse al percatarse que los vecinos salieron de sus domicilios y empezaron a perseguirlos, capturando a uno de ellos a 100 metros del lugar de los hechos.
El incidente se registró hoy, poco después de la una de la madrugada, en un predio ubicado en la calle 114 con 59 L de la colonia Bojórquez, donde los ladrones se metieron a robar aprovechando un pausa de la lluvia.
Un par de ladrones aprovecharon que la familia afectada estaba en el interior de su hogar para brincar la albarrada con el objetivo de apoderarse de dos tanques de gas doméstico, de 20 kilos cada uno.
El ruido alertó a los dueños de la casa, quienes se percataron que uno de los ladrones salía brincando por la albarrada con el cilindro a cuestas, y empezó a darse a la fuga.
De manera inmediata, el propietario salió del predio pero el ladrón se resbaló debido a lo mojado de la acera y cayó, al reincorporarse pretendió cargar con el botín pero se le dificultó y abandonó el tanque de gas al ver que otros vecinos salían a la calle.
Para su mala suerte, y debido a su condición etílica, el caco se resbaló en tres ocasiones hasta que le dieron alcance en la calle 112 con 59 L de la Bojorquez.
Agentes de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) detuvieron al presunto inculpado, quien en numerosas ocasiones cayó en contradicción.
“Yo estoy pasando, vivo aquí a la vuelta, estoy tomado…, luego me agarraron, me están golpeando, hasta mi diente me movieron”, argumentó el individuo, quien estaba descalzo.
Al cuestionarle sobre su actitud, el individuo, de unos 30 años de edad, manifestó que “no sé de que tanque de gas me está diciendo, quizá otro lo quiso robar y yo pasé…”.
Los vecinos manifestaron que no es la primera vez que lo detienen al pretender robar, además de que es una persona conflictiva, y ante los evidentes hechos, los uniformados optaron por esposarlo y llevarlo a la cárcel, junto con el botín.
Otras unidades efectuaron rondines por calles aledañas, para dar con el cómplice, pero la labor fue infructuosa.
