[vc_row][vc_column][vc_column_text]Ricardo Alberto Falcón Vera, procesado por violar y matar a una niña de siete años en el sur de Mérida, fue condenado a 40 años de prisión, la pena máxima en el antiguo sistema de justicia.
Los hechos, como informamos en su oportunidad, ocurrieron el 1 de marzo de 2013, cuando aún no entraba en vigor el nuevo sistema de justicia. Para cometer su fechoría, el sujeto contó con la complicidad de un adolescente actualmente encerrado en el Ceama, y el silencio criminal de los dueños del predio.
El juez segundo penal, Luis Felipe Santana Sandoval, también le impuso a Falcón Vera el pago de 500 días multa, equivalentes a 30 mil 696 pesos. Igual lo condenó a pagar un millón 231 mil 282 pesos, por concepto de reparación del daño ocasionado.
El sujeto, en ese entonces de 33 años y técnico en contabilidad fiscal, fue hallado culpable de violación y homicidio calificado.
En el crimen también participó el adolescente L.E.E.M. alias “Pepino”, quien en ese entonces era menor de edad, por lo que fue juzgado en forma diferente y fue condenado a pasar 10 años internado en el Centro Especializado de Aplicación de Medidas para Adolescentes (Ceama).
Los demás implicados, Norma Aurora Moo Espinosa y Salvador Jorge Salazar, recuperaron su libertad, al igual que C.A.T.M. alias “Tito”, que en ese entonces tenía 14 años.
“Tito” y Jorge Salazar vieron cuando violaban a la niña, no hicieron nada por ayudar a la menor, porque los amenazaron y es por eso que el primero puso música a todo volumen para que no se escucharan los gritos y el llantode la niña.
La menor murió sofocada cuando Ricardo Falcón le tapaba la boca y la nariz mientras la ultrajaba.
La niña se quedó sola en su casa porque su mamá salió a hacer unas compras al centro de la ciudad, y fue a la vivienda de una vecina, lo que aprovecharon Falcón Vera y “Pepino” para abusar sexualmente de ella, causándole la muerte por sofocamiento y luego enterraron el cadáver.
Los implicados habían planeado ir a desenterrar el cuerpo cuando ya hubieran pasado las cosas para llevarlo a tirar al monte y prenderle fuego, pero fueron descubiertos y detenidos.
Durante su proceso en el Juzgado Sexto Penal, Falcón Vera inventó una historia para “demostrar” su inocencia, al grado de afirmar que el día de los hechos no estaba en el lugar de los hechos.
Sin embargo, en su declaración preparatoria no pudo explicar el motivo por el cual su semen y sus huellas dactilares estaban en el cuerpo de la hoy occisa, a la cual, luego de violarla, la estranguló y le golpeó la cabeza contra la pared.
Incluso, ya sin vida, ordenó que la depositaran en la letrina del predio ubicado en la calle 155 entre 62 y 64 de la colonia Nueva San José Tecoh Sur, para luego cubrir su cuerpo con escombro, grava, polvo, bloques y piedras.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]