Una joven estudiante del Colegio San Agustín, ubicado en el centro de Mérida, sufrió esta mañana un aborto espontáneo luego de ir al baño de la escuela.
La menor estaba en el inodoro haciendo sus necesidades cuando sintió que expulsó algo, y al darse cuenta que era un feto lo sacó de la taza y lo puso en el bote de basura.
Se trata de una adolescente de 17 años que tuvo que ser llevada a un hospital, donde de emergencia entró al quirófano ante la fuerte pérdida de sangre que sufrió.
Al percatarse de la situación, otros alumnos avisaron a directivos del plantel, que se trasladaron al baño y con ayuda de una silla de ruedas llevaron a la adolescente a la dirección de la escuela.
Trataron de comunicarse con los tutores de la menor, pero no les respondieron.
Avisados por los mismos directivos, al lugar llegaron paramédicos de la Policía Municipal de Mérida (PMM), que llevaron a la adolescente a un hospital.
El Colegio se ubica en la calle 58 entre 57 y 59, enfrente de lo que antes se conocía como el Callejón del Congreso. El plantel fue cerrado y se retiró a los estudiantes.
Al principio todo fue confusión, pues tras sufrir el aborto espontáneo la estudiante permaneció en el baño, pero empezó a salir agua a través de la puerta, lo que llamó la atención de los demás alumnos.
Unas compañeras entraron para auxiliarla y fue cuando se percataron de lo que había ocurrido. Ya para entonces la joven había perdido mucha sangre y estaba débil también por la impresión del momento, por eso tuvieron que sacarla en silla de ruedas.
Se ignora si la alumna sabía que estaba embarazada.