[vc_row][vc_column][vc_column_text]Arturo Millet Reyes, a quien se acusa de mega fraude por la doble venta de un terreno valuado actualmente en más de 100 millones de pesos, ha logrado alargar el proceso durante años, mediante diversas argucias, primero para evitar ser notificado y luego para no presentarse a las diligencias judiciales, tal como ha hecho en otras denuncias similares en su contra.
Su víctima en este caso es el inversionista yucateco Mario Alberto Ortega Florencia, de reconocida solvencia moral y profesional en el ramo de las aseguradoras.
El terreno en cuestión se ubica en un “filón de oro”, en la parte continental del ejido de Isla Mujeres, donde ahora se ha levantado un mega fraccionamiento, con cientos de casas y grandes centros comerciales.
Tras la venta de una fracción de cinco hectáreas, mediante un contrato de compraventa que firmó en el 2009 ante notario público, Millet Reyes se comprometió a hacer la división catastral en seis meses, lo cual incumplió.
Dicho contrato fue firmado por Arturo Millet en lo personal y como apoderado de Inmuebles Mar Caribe, y a cambio recibió 10 millones de pesos en efectivo, porque él así lo pidió alegando que le urgía liquidar a los ejidatarios para que le liberen los Títulos agrarios respectivos.
Sin embargo, Millet Reyes alegó en la contestación de la demanda que no pudo haberle vendido a Ortega Florencia, puesto que con anterioridad había vendido esos mismos terrenos a CADU Inmobiliaria, la cual posteriormente desarrollaría el fraccionamiento Villas Otoch, un desarrollo que en magnitud se asemeja a Las Américas o a Ciudad Caucel en Mérida. En el Registro Público figuran como accionistas de CADU Inmobiliaria Arturo y su hermano Mauricio Millet.
Ante el incumplimiento de los acuerdos y después de falsas y múltiples promesas de hacer la división de las tierras o devolver el dinero, el inversionista procedió a la denuncia contra Arturo Millet y la empresa Inmuebles Mar Caribe.
Sin embargo, el acusado ha logrado alargar el proceso durante años mediante diversas argucias, primero para evitar ser notificado y luego para no presentarse a las diligencias judiciales.
En el más reciente intento por hacerlo comparecer, no lo hizo tras presentar una justificación médica que le extendió el doctor Luis Manuel Irigoyen Ávila, quien diagnosticó que padece dorsolumbalgia derecha crónico recidivante agudizada severa, y necesita reposo absoluto.
La parte acusadora señala que casualmente ese día que no pudo presentarse en Cancún Millet Reyes, se le vio departiendo con varios amigos en el restaurante del Club Campestre en Mérida.
“Así es la prepotencia y seguridad con la que actúa pues continuamente alardea de su poder corruptor en fiscalías y juzgados”, señala el denunciante.
El doctor Irigoyen Ávila es médico oficial de los Venados de Yucatán por lo tanto fue empleado de Millet Reyes cuando éste fue dueño de dicho equipo de futbol. Tendrá que comparecer el doctor pues se le exigió a la Juez que lo cite para presentar los análisis, radiografías y demás estudios médicos.
La comparecencia del doctor Irigoyen será clave, pues la jueza podría acordar la inasistencia de Arturo Millet en lo personal y como apoderado de Inmobiliaria Mar Caribe con los efectos legales que eso implica contra quien el denunciante llama “resbaladizo defraudador”.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]