El Acuaparque de Vergel, punto de convivencia y recreación de familias enteras, grupos sociales y de amigos, luce actualmente triste, abandonado y deteriorado por falta de mantenimiento del Ayuntamiento de Mérida.
En un recorrido por las instalaciones, se pudo constatar que la sede presenta diferentes irregularidades como estructuras oxidadas, un poste de energía eléctrica con cables sueltos, que si bien cuenta con sellos de seguridad, no deja de resultar peligroso, especialmente para los menores; además de las maderas viejas y en pésimo estado que conforman los diferentes puentes en diversos puntos del lago, que incluso chillan al cruzar sobre ellos.
De igual forma, prácticamente toda la malla que rodea la cancha de fútbol de salón se encuentra rota, levantada y sólo mantiene la portería norte; en tanto, la rejilla que divide el estanque de otras áreas está cubierta de óxido, un sitio que se torna atractivo por la cantidad y variedad de flora y fauna reunidas.
A ello hay que agregarle que se requiere pintura en las albercas y mesitas de concreto para disfrutar de un refrigerio, pues se están cayendo.
Además, los sanitarios presentan pésimas condiciones como lockers rotos y el área de regaderas, pero sin regaderas.
