Un grupo de creadores de contenido encontró en una zona de manglares las huellas de lo que sería un jaguar y de la cola de un cocodrilo.
Los aventureros, denominados Camarita de Aventura, se encontraban explorando en alguna playa del oriente de la entidad cuando hallaron las marcas en una parte lodosa de la ciénaga.

En el sitio también encontraron una madriguera que habría sido el hogar del cocodrilo.

Los rastros terminaban en el monte, donde se supone el felino habría comido a su presa.