La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) clausuró entre mayo y junio siete predios en Campeche, Yucatán y Quintana Roo por cambio de uso de suelo sin autorización.
Se desmontaron más de 2,600 hectáreas de selvas nativas para transformarlas en monocultivos. También se aseguraron tractores, cosechadoras, implementos agrícolas y madera extraída sin permiso.

En el municipio de Tekax, en Yucatán, se detectaron 350 hectáreas arrasadas con maquinaria pesada y fuego.
También se encontraron drenes artificiales, caminos con sascab y sistemas de riego.

En otras zonas, como Hopelchén y José María Morelos, también se afectaron especies protegidas según la NOM-059-SEMARNAT-2010.
La mayoría de los predios afectados están ligados a la expansión de comunidades menonitas.