Desde muy temprana hora, el área de pescados y mariscos del mercado Lucas de Gálvez ha registrado una importante afluencia de compradores en este Viernes Santo, lo que representa una auténtica bocanada de oxígeno para los locatarios ante la irregular temporada de cuaresma que se ha presentado este año.
Para los comerciantes, estos días principales de la Semana Mayor significan la oportunidad de recuperar sus ventas, ya que en general la vigilia 2025 no ha resultado como se esperaba.
Por lo pronto, en este Viernes Santo, largas filas se hicieron evidentes en esta sección, con clientes que en su mayoría solicitaron filetes, cazón, cabezas para caldo o camarones.

“Está semana ha estado mejor, lunes y martes hubieron ventas arriba del 10 por ciento, el miércoles subió un 30 por ciento y generalmente jueves y viernes suele incrementarse entre un 80 y 150 por ciento”, indicó el locatario, Josué Acosta.
Del mismo modo, las tradicionales han cambiado con el paso del tiempo y actualmente ya no se vive la cuaresma como en décadas pasadas.
“En la familia seguimos cumpliendo con la vigilia, respetamos cualquier creencia, pero nosotros mantenemos no comer carne, cada año en estos días preferimos pescados y mariscos, además son muy nutritivos y a mis nietos les gusta mucho el pulpo y el camarón”, indicó el señor José Luis Cárdenas Solís.
