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Conocidas en Yucatán como ‘pic’ estas chinches permanecen escondidas durante el día, generalmente en grietas de las casas viejas o de baja calidad (generalmente, zonas rurales) y de noche se alimentan de sangre humana, mediante una picadura.
La enfermedad de Chagas es el nombre común para la parasitosis producida por Trypanosoma cruzi. Se trata, por lo tanto, de una tripanosomiasis, que al darse principalmente en la zona de América Latina, recibe el apellido de ‘americana’. De esta manera, tripanosomiasis americana y enfermedad de Chagas hacen referencia a la misma infección.
Según datos de la OMS, se estima que alrededor de diez millones de personas están infectadas con T. cruzi en todo el mundo, la mayoría, unos ocho millones, en América Latina, aunque la patología ya se ha extendido a otras regiones del planeta. Sólo en esta region hay 100 millones de personas en riesgo de infección, y la enfermedad causa 12.000 muertes cada año.
T. cruzi es un parásito protozoo, que se transmite por la picadura de una chinche del género Triatoma, conocida en Yucatan como “pic”. Estas chinches permanecen escondidas durante el día, generalmente en grietas de las casas viejas o de baja calidad (generalmente, zonas rurales) y de noche se alimentan de sangre humana, mediante una picadura.
Tripanosoma es un parásito que llega a la chinche sana después de que ésta pique a animales (salvajes o domésticos) o a humanos infectados de tripanosoma. Cuando esto ocurre, el parásito se multiplica en el intestino de la chinche. Por esto, cuando una chinche infestada muerde a una persona sana, no se llevará al parásito en la sangre. Pero al defecar cerca de la herida, dejará tripanosomas con las heces, que entrarán en contacto con la herida por el rascado involuntario, penetrando en la sangre de la persona.
La fase crónica aparece en un 20 a 40% de los pacientes asintomáticos, es decir, que durante años han albergado el parásito sin mostrar síntomas.
En esta fase, las principales complicaciones aparecen en músculos estriados, como el corazón o la musculatura gastrointestinal. En ambos casos, se apreciará un aumento del tamaño de las vísceras. En el corazón, cardiomegalia, que es un aumento del volumen de las cavidades del corazón, por elongación de las fibras. Este agrandamiento no aumenta la efectividad de la contracción cardíaca, más bien al contrario, puede desembocar en multitud de problemas cardíacos: bloqueos de la conducción, síncope, arritmias, fallo cardíaco.
Por otro lado, estos tratamientos son efectivos en la fase aguda de la enfermedad, pero en la fase crónica (especialmente tardía) no lo son tanto. Por ejemplo, la eficacia de este tratamiento es controvertida en la afectación de la infección crónica, en la afectación cardíaca (miocardiopatía), afectación gastrointestinal, y en la reactivación de la enfermedad en pacientes con las defensas disminuidas. Aún así, se establece que pueden disminuir la progresión de la enfermedad de Chagas. A pesar de esto, la mayoría de expertos no recomiendan tratar casos de Chagas en mayores de 55 años o con afectación cardiaca avanzada.
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