[vc_row][vc_column][vc_column_text]En los montes yucatecos hay infinidad de plantas que pueden ser vistas como hierbas malas, hierbas que incluso crecen en nuestros patios y que arrancamos sin saber si cuentan con propiedades que nos benefician.
Si realizáramos un deshierbo en nuestro hogar y conociéramos todas las plantas, pensaríamos dos veces en arrancar todas, pues estaríamos seguros de que algunas nos podrían servir en un futuro.
En los montes encontramos una pequeña planta que crece alrededor de 60 centímetros, y que cuenta con diversas características ideales para nuestra vida diaria.
Ocinum campechianum es el nombre científico de la albahaca de monte, una hierba que también es conocida como albaca, albacarón o hierba de toro.
Entre sus usos encontramos que uno de los principales es como remedio contra gusanos que en ocasiones parasitan las fosas nasales de la gente en los trópicos, donde las hojas son pulverizadas para ser colocadas dentro de la nariz, para que las larvas salgan.
Además, puede ser utilizada para contrarrestar el dolor de estómago y los resfriados, así como aliviar inflamaciones en los animales.
Esta planta crece en lugares abiertos, rocosos, arenosos o gravosos, y se compone de tallos, hojas ovaladas de hasta tres centímetros de largo, flores y frutos que se dividen en cuatro segmentos ovoides, de color café.
Su nombre puede cambiar dependiendo de la región, en lengua zapoteca se le conoce como guiestia y en maya como cacaltún.
Esta hierba de vida corta también es utilizada con fines ceremoniales y religiosos, y además de encontrarse en la península, también se encuentra distribuida en Chiapas, Veracruz, Tabasco, Jalisco, Tamaulipas, Oaxaca, Colima y Querétaro. (Con información de un estudio de investigadores del CICY)[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]