[vc_row][vc_column][vc_column_text]A partir de éste mes de septiembre, la Península de Yucatán corre mayor riesgo de impacto de ciclones debido a que las condiciones que prevalecen en aguas del Atlántico permiten su formación, informó el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
Incluso, a partir del día 2 pasado aparecieron las tormentas tropicales ‘Florencia’ y ‘Gordon’, y de acuerdo con el pronóstico, no se prevé que se conviertan en huracán.
Por lo pronto, ‘Florencia’ sólo afectará las aguas del Océano Atlántico, mientras que ‘Gordon’ impacta las costas de Estados Unidos.
Ninguno de los dos fenómenos hidrometeorológicos pone en riesgo las costas mexicanas, y mucho menos el disturbio tropical que se empieza a formar frente a África.
De acuerdo con el SMN, septiembre es cuando se registra la más alta intensidad de formación de huracanes.
Históricamente hablando, mientras que en septiembre se origina el 34 por ciento de los sistemas tropicales con nombre en el Océano Atlántico, Mar Caribe y Golfo de México, en agosto se forma el 26 porcentual de ellos, por lo que la vigilancia y monitoreo en esos dos meses se intensifica por parte del SMN.
Sin embargo, en octubre también es alto el riesgo de formación de ciclones, cuya probabilidad de impacto en la Península es notable.
El principal motivo es que las aguas en el Atlántico se tornas un poco más frías y en la zona del Mar Caribe se mantienen calurosas en esta época.
Por ende, es común que los sistemas tropicales en ésta última zona se empiece a formar en octubre, además de que los fenómenos tienen una trayectoria más franca hacia el Oeste.
Ejemplo de ello fue la formación de huracanes en octubre y que han generado daños importantes son ‘Mitch’, ‘Roxana’, ‘Wilma’, la tormenta tropical ‘Stan’, sólo por nombrar algunos de ellos.
La Temporada de Ciclones Tropicales previstos para el Océano Atlántico, Golfo de México y Mar Caribe inició el pasado 1 de junio y terminará el próximo 30 de noviembre, y es en septiembre cuando se registra la más alta intensidad de formación de huracanes, tal el caso de ‘Ópalo’ en 1995, así como ‘Isidoro’, en 2002.
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