[vc_row][vc_column][vc_column_text]La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), confirmó que monitorea y revisa las casas de empeño de la ciudad, ya que muchas personas acudan a estos establecimientos para atender requerimientos económicos por el regreso a clases.
La dependencia dio a conocer que el regreso a clases significa un impacto económico importante para las familias, en algunos casos, erogaciones de hasta 2 mil 600 pesos por estudiante de primaria y hasta 3 mil 700 o más por un joven de secundaria y bachillerato.
La Profeco informó que está pendiente de los comercios donde se ofrecen préstamos y también empeños, a fin de apoyar con la información suficiente y oportuna a los usuarios de este tipo de comercios y buscar que reciban los mayores dividendos por sus prendas y los tiempos para recuperarlos.
La institución reportó recientemente que el operativo del regreso a clases no se concreta solamente a palerías, librerías y centros comerciales, sino también a empresas de calzado, de uniformes, tiendas de enseres y útiles como mochilas y bolsas ya que las familias compran una gran cantidad de productos y muchas veces no tienen los precios a la vista o sufren por la calidad que se ofrece y no se cumple.
Según se establece unos 435 mil jóvenes y niños yucatecos ingresan nuevamente a clases con el inicio de curso y esto obliga a que las familias adquieran ropa, zapatos, útiles escolares, libros y una gran cantidad de materiales para sus hijos.
La dependencia insiste en que los padres de familia consulten de manera constante en su portal informativo los datos que requiera sobre lista de útiles, materiales, costos por pago de cuotas en escuelas privadas, así como el pago de colegiaturas si se presentaran sobre costos o exigencias de última hora de los centros educativos privados.
La Profeco invitó a la sociedad a seguir a través de redes sociales y los números telefónicos de sus oficinas preguntas y posibles dudas sobre los mecanismos y formas para presentar una queja o conocer sobre posibles dudas en las condicione para pagar o adquirir libros y útiles, así como la garantía que deben de ofrecer las empresas emisoras de estos productos.
Es importante, insiste la institución es que los padres de familia verifiquen y comparen precios entre los comercios y empresas que ofrecen los productos, así como que se cubran las ofertas prometidas en precio, calidad y servicio, a fin de que reciban los productos que se pagaron y en su defecto reciban su recibo de compra para exigir un cambio o devolución del dinero por un producto defectuoso o de mala calidad.
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