[vc_row][vc_column][vc_column_text]Un año permanecerán en prisión preventiva el taxista quintanarroense Ángel González Kob y su esposa Nidia Pérez Euán, por los delitos de homicidio calificado contra servidor público, homicidio calificado en grado de tentativa contra servidor público y daño en propiedad ajena.
Lo anterior se determinó en una audiencia en la que fueron vinculados a proceso penal, con lo cual ambos imputados seguirán siendo investigados
El juez de control Luis Mugarte Guerrero resolvió que existen indicios suficientes para establecer que se configuran los delitos señalados por los fiscales.
La resolución del juez permitirá a los fiscales continuar con una investigación complementaria y seguir el proceso, para lo cual se les otorgó un plazo de cuatro meses, en tanto que los imputados seguirán bajo la medida de prisión preventiva por un año.
El juez explicó que los indicios presentados por los fiscales apuntan a que el pasado martes 13 de noviembre, alrededor de las 6:33 de la mañana, en las inmediaciones del Periférico a la altura del Complejo de Seguridad del Estado, disparos que se produjeron en la parte trasera de un vehículo en el que iban González Kob y su esposa en calidad de víctimas, causaron la muerte del policía que conducía el vehículo y produjeron heridas en otro agente policiaco que era copiloto.
En la audiencia los imputados se reservaron el derecho a declarar y nombraron a un nuevo defensor particular, adicional a los tres que ya tenían.
Un martes negro
“Me desesperé, me desesperé”, expresó arrepentido González Kob tras su detención luego de los disparos. Dijo que le está yendo mal: le quitaron su rancho, secuestraron a su papá y ahora estaba preso, a punto de enfrentar a la justicia, además de la afectación a su familia.
Su pesadilla comenzó el pasado miércoles 7 de noviembre, cuando el padre de Ángel, que también es taxista en la zona de poblados ubicados en la carretera Chetumal-Escárcega, fue secuestrado cuando cubría con uno de sus vehículos la ruta Caobas-Chetumal.
Aproximadamente a las 10 de la mañana, dos sujetos armados lo secuestraron y pidieron un rescate de dos millones de pesos.
Luego de presentar una denuncia ante las autoridades de Quintana Roo, Ángel y su familia decidieron que lo mejor era salir del vecino estado y para ello se trasladaron en una camioneta hasta el sur de Yucatán, la cual por temor a que los siguieran abandonaron en Ticul.
De ahí viajaron en transporte público hasta Mérida y desde Plaza El Patio (antes Sendero) pidieron auxilio al 9-1-1.
Por cuestiones de seguridad, les enviaron dos vehículos policiacos, uno que abordaron
González Kob y su esposa y otro en el que iban sus hijos adolescentes.
Todo transcurría de manera normal hasta que los vehículos enfilaron hacia el complejo de seguridad del Periférico poniente.
A poca distancia de la Fiscalía, el individuo le dijo a su esposa: “Pásame mis pastillas”, señal de que le diera una pistola con la que les disparó a la cara a los policías, uno de los cuales, como se sabe, murió a consecuencia de los impactos de bala.
Tras el ataque, el vehículo policiaco quedó sin control y se estampó contra un poste. Rápidamente entraron en acción los oficiales que iban en el otro vehículo para someter al sujeto, que quedó a disposición de las autoridades y este jueves será turnado ante un juez.
Según se supo, la mujer tenía en su bolsa dos pistolas, con las que habitualmente andaban para protegerse.
Los hijos quedaron a disposición del Caimede, que ya se puso en contacto con las autoridades de Quintana Roo para localizar a familiares que puedan hacerse cargo de ellos.
Por cierto, ese mismo martes fue liberado el padre de González Kob. Se ignora si fue por un pago de rescate.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]
