[vc_row][vc_column][vc_column_text]Por: Bernardo Caamal Itzá
“Vienen a nosotros, los jóvenes, buscando esperanza. ¿Cómo se atreven?”, preguntó en la ONU al abrir la cumbre sobre el clima. “Han robado mis sueños y mi niñez con sus palabras huecas, y sin embargo soy una de las más suertudas. La gente está sufriendo, la gente está muriendo, ecosistemas enteros están colapsando”, recriminó en la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Greta Thunberg, activista sueca con apenas 16 años.
Mérida sumó al llamado de Greta, tal como sucedió en más de 150 países del mundo y con más de cuatro millones de participantes, los cules encabezaron marchas de la huelga climática global, coreando “los niveles del mar se elevan y nosotros también nos alzamos”, al encabezar la principal marcha de la huelga global climática.
Con el llamado de Greta, niños y jóvenes reposicionan el debate global sobre la inacción de los líderes mundiales y su traición por no luchar por el futuro de las nuevas generaciones.
“Nuestra casa está incendiada -declaró Greta- Hoy no fuimos a la escuela… Y hemos visto que algunos adultos no fueron a sus trabajos. Y es porque esto es una emergencia”, señaló en referencia a la rebelión juvenil para rescatar el futuro.
En este lunes 23 de septiembre se reunieron unos 60 líderes en una cumbre en la ONU sobre el clima, bajo presión de la juventud mundial que exige el fin de las energías fósiles y la reducción acelerada de los gases de efecto invernadero.
Entre que los jóvenes llaman a la sociedad global para promover acciones en pro de la vida en el planeta, en los países de desarrollo, como los territorios de los pueblos originarios de México, lugares aún cubiertos por sus selvas y bosques, son arrasados por ambiciosos proyectos que prometen integrarlos al gran “proyecto de desarrollo”, promovido desde hace varias décadas por las grandes corporaciones internacionales.
Por otro, territorios de los pueblos del mundo “se incendian” misteriosamente, así mismo se registran cambios repentinos en la temperatura global, cuyos efectos dejan sentir en los diversos territorios de los pueblos indígenas, a su vez, el gran capital mantiene firme sus proyectos, según “generan empleos y opciones en los territorios”, pero no hablan de salarios paupérrimos, y de la alta contaminación que generan en estos espacios.
Hay un ambiente de incertidumbre y asesinatos como parte de la “cortina de humo” para promover la inanición de la sociedad. Ante esta realidad, pueblos enteros atestiguan la masacre a sus dirigentes y por otro, cómo eliminan toda forma de comunicación territorial. La estrategia es clara, sin información no hay análisis y menos habrá respuesta directa de quienes habitan esos territorios y la gente sólo tendrá la oportunidad de observar como la falta de empleos bien remunerados y de programas acordes al territorio que les permita desarrollar sus capacidades organizativas y productivas, éstas últimas, son los que le han dado opciones de vida y de futuro a los pueblos originarios desde hace varias décadas, por eso aún queda en su memoria, la importancia de la defensa de la tierra y a la par de la cultura.
Ahora, todos de alguna forma viven las carencias y de las enfermedades que se derivan de una mala alimentación, lo peor es que no hay los recursos económicos entre las familias para atender esos problemas por muy pequeños que sean. Mientras quienes gobiernan estos territorios, lejos de apoyarlos a salir de la marginación y la exclusión, son los mismos que promueven proyectos que aliente la migración interna y la alta pobreza, y de ese modo apropiarse de estos espacios para entregarlos a sus amigos.
Entre los incendios, la contaminación de las reservas de agua, registros indican que los efectos de las sequías se traducirán en escasa producción en las milpas, y las pocas lluvias afectarán los pastizales de los ganaderos, y habrá irregularidad en la floración de los árboles misma que afectará a los apicultores, en sí habrá efectos severos en todo el renglón productivo en gran parte del territorio.
Sin embargo, la ambición del gran capital mantiene firme sus objetivos, sabe que al no haber alimentos, entonces hay todas las condiciones para “allegarse” todas esas tierras llenas de vida, usando todas las artimañas posibles para lograr su objetivo, lo que está sucediendo ahora, es como si viviéramos en esos tiempos después de la Conquista, solo que ahora nuestros hijos serán quienes entreguen esos espacios sagrados en donde un día sus abuelos, murieron en su defensa, porque ellos tienen claro: tener los alimentos sin destruir la vida, es una forma de enseñar y darle esperanza a los suyos.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]