[vc_row][vc_column][vc_column_text]Al menos en Yucatán prevalecen prejuicios y dogmas en torno al suicidio, afirmó el especialista en psiquiatría, Gaspar Baquedano López, quien aseguró que “se trata de un problema humano y existencial”.
Es decir, agregó, va más allá una anomalía social y de salud mental, y tiene que ver con la economía, la desigualdad social, el abuso, la discriminación, la pobreza, la ideología del mundo.
Reconoció que se trata de un fenómeno multifactorial, pero “prevalece la mentalización de la problemática”, es decir, se postulan hipotesis absurdas como el afirmar que la genética influye sobre la actitud de la persona para quitarse la vida.
La depresión juega un papel crucial que provoca que la persona desee acabar con su existencia, pero el deseo aumenta más cuando está bajo los efectos del alcohol y las drogas.
Remarcó que desde el punto de vista freudiano, el suicidio se registra debido a que “nos preocupamos más por el tener y nos olvidamos por el ser”.
Asimismo, expresó entre las autoridades aún consideran el suicidio como un tabú, de ahí la intención de negar toda información sobre el tema, tal el caso de la Secretaría de Salud de Yucatán (SSY) y la Fiscalía General del Estado (FGE).
“No se puede ocultar la información, pero hay maneras de informar”, subrayó al convocar a los comunicadores a evitar el amarillismo, así como las fotografías.
Desafortunadamente, los suicidan tratan de imitar a otros suicidas, por lo que es más factible que se quiten la vida.
“Desafortunadamente prevalece la imitación, en especial en aquella persona que por su condición depresiva y abuso de alcohol, busca un momento de ‘fama’ para dejar de ser un don nadie, y así tener una muerte glorificada”, abundó el ex director del Hospital Psiquiátrico Yucatán.
Baquedano López aseveró que el suicidio, pero sobre todo, la depresión, deja una millonaria ganancia a las grandes empresas farmacéuticas.
“La millonaria comercialización farmacéutica también se da en México, pues las empresas prometen píldoras de la felicidad, por lo que el consumo (de antidepresivos) es alto”, añadió.
De acuerdo con la subdirección de Salud Mental de la Secretaría de Salud de Yucatán (SSY), en lo que va del año ya son al menos 157 las personas que se han suicidado, distribuidos en 50 municipios, cifra que es 17.4 por ciento inferior al total registrado en los primeros nueve meses del año anterior, cuya suma fue de 190.
En Mérida son 57 personas, el 36.3 por ciento, seguido de Kanasín, con 14 casos, el 8.9 por ciento, y 12 en Umán, el 7.6 porcentual.
Cinco casos son de Valladolid, cuatro en Progreso y Tizimín; tres de Celestún, Dzilam González, Halachó, Panabá y Sacalum.
Con dos casos está Cansahcab, Hunucmá, Motul, Temax, Tekax, Tixpéual y Ticul. El resto son de Acanceh, Akil, Baca, Cenotillo, Chapab, Chichimilá, Chicxulub Pueblo, Conkal, Cuncunul, Cuzamá, Dzidzantún, Ixil, Izamal, Kantunil, Kinchil, Mama, Maní, Maxcanú, Muna, Oxkutzcab, Peto, Río Lagartos, San Felipe, Seyé, Sotuta, Tekal, Tekantó, Temozón, Tetiz, Tinum, Tixméhuac, y Yaxcabá.
En cuanto al género, del total 127 son hombres, el 80.9 por ciento, y 30 mujeres, el 19.1 porcentual, y todas ellas se ahorcaron.
El ahorcamiento permanece cono el método más recurrente en Yucatán, el cual, hasta el momento fue practicado por 142 personas, el 90.4 por ciento, seguido del envenenamiento, con 11 casos, el siete por ciento, y cuatro utilizaron un arma de fuego, el 2.6 porcentual.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]