[vc_row][vc_column][vc_column_text]El monitoreo constante que realizamos en Mérida y sus comisarías para medir decibeles de ruido, con personal y equipo especializado, forma parte de las acciones integrales del Ayuntamiento para combatir la contaminación auditiva, a fin de que todos disfrutemos de un ambiente equilibrado y saludable, afirmó el alcalde Renán Barrera Concha.
Acompañado del director de Desarrollo Urbano, Federico Sauri Molina, supervisó personalmente los instrumentos de medición que inspectores de la dirección de Desarrollo Urbano utilizan durante los recorridos de monitoreo permanente que realizan en la ciudad y sus comisarías.
—Esto nos permite adoptar y ejecutar medidas de seguridad, para prevenir daños a terceros, a la salud pública o al equilibrio ecológico que puedan causar las fuentes fijas o móviles, concesionarios, establecimientos comerciales, industriales o de servicio público o privado— aseveró Barrera Concha.
En ese sentido, el Munícipe recordó que gracias a las reformas aprobadas por el Cabildo, a través del Reglamento de Protección al Ambiente y del Equilibrio Ecológico del Municipio de Mérida se busca fomentar la educación ambiental y mitigar la contaminación del ruido, problema que se ha hecho más palpable en el centro de la ciudad al ser un punto concurrido por residentes, visitantes, transportistas y dueños de comercios.
—Este trabajo viene a complementar el que se realiza de la mano del Patronato del Centro Histórico a través de un programa de socialización y sensibilización que no se limita únicamente a la “cabina del ruido”, sino que contempla muchas otras medidas convenidas en el pacto “Convivencia Armónica”— refirió.
Por su parte, Federico Sauri, informó que la dinámica en la que participan siete inspectores capacitados en materia acústica y quienes además están debidamente identificados, consiste en recorridos y monitoreo permanente de la ciudad de Mérida y sus comisarias, en horarios acordes al funcionamiento de los establecimientos, a fin de verificar que se ajusten a la NOM-081-SEMARNAT-1994, que estable los límites máximos de emisión de ruido.
Cabe destacar que la dirección de Desarrollo Urbano puede ordenar las visitas de inspección y/o verificación, que estime pertinentes, de los lugares que deban estar acondicionados con medidas para su insonorización.
—El propósito es atender puntualmente las solicitudes, denuncias o quejas que se reciban respecto a algún foco de contaminación auditiva —indicó.
Las mediciones se efectúan tanto al interior como al exterior del lugar donde se encuentra la fuente emisora del sonido, ya sea vía pública o zonas e inmuebles colindantes o adyacentes.
En el caso de la zona residencial, los decibeles son de 55 de 6 de la mañana a 10 de la noche y de 50 decibeles de las 10 de la noche a 6 de la mañana, mientras que para la zona industrial y comercial y fuentes móviles es de 68 decibeles de 6 de la mañana a 10 de la noche y de 65 de 10 de la noche a 6 de la mañana.
Para las escuelas (área de juegos), zona de ceremonias y eventos de entretenimiento los decibeles serán de 55 y 100 respectivamente.
Las sanciones y multas para quienes incumplan las normas podrán ir desde 8,449 pesos equivalente a 100 UMAS (unidad de medida y actualización) hasta, los 2.112,250 pesos equivalente a 25,000 UMAS.
Sauri Molina apuntó que la dirección a su cargo elabora un mapa del Centro Histórico para identificar los puntos más conflictivos y está entregando volantes informativos en los comercios invitándolos a acercarse a las autoridades si tienen cualquier duda al respecto.
Las labores integrales para combatir la contaminación auditiva las encabezan de manera conjunta las direcciones de Desarrollo Urbano, Gobernación y Policía Municipal. Los titulares de estas dos últimas, Gerardo Acevedo Macari y Mario Arturo Romero Escalante, respectivamente, también estuvieron presentes en la supervisión.
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