[vc_row][vc_column][vc_column_text]Por: Axel García
Después de los hechos ocurridos en la ciudad de Culiacán, Sinaloa, el jueves de la semana pasada, han surgido distintas posiciones respecto al actual gobierno y su estrategia de seguridad, así como la opinión de la ciudadanía al respecto y la experiencia vivida en esta ciudad.
No se pretende apoyar, ni desacreditar ninguna acción. En primer lugar, se debe de tomar en cuenta que esta confrontación entre el crimen organizado y las autoridades lleva años, no días, no meses, no este gobierno, si no aproximadamente tres sexenios.
En los cuales ha habido importantes golpes al crimen y que ha traído consecuencias a la ciudadanía que se encuentra de por medio.
Estas estrategias bien o mal empleadas, tienen efectos colaterales, como una quimioterapia contra un cáncer, y deja secuelas. Escucharemos a diferentes personajes públicos el apoyar o detener esta campaña, el dejar que pasen los estupefacientes, el luchar todos los días, aunque deje esta guerra miles de muertos civiles.
Conviene realizar un acto de reflexión y considerar dos factores: Estamos frente al mayor consumidor de drogas en el mundo, me refiero a los Estados Unidos de América, mientras ellos no acepten el problema, porque básicamente es un negocio, nosotros seguiremos teniendo un problema y mayúsculo.
Factor dos y creo que este es el más importante, porque tenemos el control. México se ha convertido en un país de tránsito a consumidor, este problema se ha ido agudizando y debido a que cada vez uno de nuestros ciudadanos consuma algún producto de esto, básicamente estamos aumentando el flujo, el negocio del crimen.
En vez de crear una campaña de una guerra contra el crimen, por qué no crear una campaña de educación sobre el consumo de drogas, dejando de lado el legalizarlas o no, se debe de crear una educación a fondo, revisada por especialistas en la materia, para poder saber los efectos reales, del consumo de éstas sustancias.
Como personas que habitamos este país debemos de tomar en cuenta el papel que ejerce cada uno, porque se siga y aumente su consumo, se propicie el negocio, se propicie la violencia y la muerte, y creo y es necesario al menos tratar de tomar el asunto por nuestros ciudadanos para protección de los mismos, sin esperar la disminución de los países involucrados, de todas maneras el mundo actual se mueve por el dinero y el dinero corrompe a las personas.
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