[vc_row][vc_column][vc_column_text]Kaxaytuk, Tzucacab.- (Boletín del Colectivo cabañuelas mayas).
Aunque en la Península de Yucatán llovió desde mayo, pero no fue igual en todas sus regiones, destacó Bernardo Caamal Itzá, ingeniero agrónomo, especialista en los saberes mayas y coordinador del colectivo Xok k’iin o cabañuelas mayas, al participar en el intercambio de experiencias de productor a productor realizado el pasado domingo 20 de octubre en Kaxaytuk (Tzucacab).
Lluvias irregulares en gran parte de la península
“Hubo lugares en donde apenas en el mes de agosto, en que las primeras lluvias registradas de mayor intensidad, aunque milperos del estado de Quintana Roo fueron los que tuvieron a más del 90% de pérdidas debido a la inusual sequía registrada en este periodo de cultivo, y en Yucatán, cerca del 70% en las regiones del Cono Sur y gran parte del centro y oriente de Yucatán, mientras que en Campeche sí hubo algunas pérdidas, pero no fueron tan severas como en Quintana Roo”, resaltó Caamal Itzá.
Sin embargo, todo lo que hemos observado en los últimos meses de abril hasta octubre, en cuanto a las lluvias que han caído en nuestras milpas, nuestro mapa de pronósticos del Xok k’iin o cabañuelas mayas así lo registró, incluso a este año se llamó “U ja’abil tikin ch’aak – o de irregularidad lluviosa-, en donde mostró: 2019, será un año lluvias irregulares de acuerdo al Xok k’iin.
Resaltó que, de febrero a abril, habría ligera humedad, mientras que los primeros días del mes de mayo se esperaba intensas lluvias, aunque la humedad decrementaría a finales de ese mes, pero la humedad es propicia para hacer los primeros cultivos en las milpas en algunos lugares.
Junio.- Este mes se observaron intensas precipitaciones por los menos durante las primeras tres semanas y hubo registros de vientos fuertes, luego disminuyó la humedad y de esa forma darle paso a la canícula que se presentó a mediados del mes de julio.
Julio fue un mes con escasa precipitación, y las lluvias cayeron en la primera semana del mes de agosto.
Septiembre, se esperaba ligera humedad en todo el mes, y octubre prácticamente los primeros quince días y de ahí disminuiría la humedad.
Noviembre, ligera humedad en la primera semana, misma que se incrementará en la segunda semana, y en la última habrá lluvias.
Diciembre, se presentará la humedad en la segunda semana y se incrementa la presencia del Xamaan Káan o “nortes”, de forma muy general, éstos fueron los datos observados al inicio de este año durante el registro del Xok k’iin.
Aunque los registros realizados en este mes resaltan lo que sucederá en los próximos meses del año, sin embargo, los bioindicadores de corto y de mediano plazo, cuyos datos serán los que hagan los ajustes pertinentes al pronóstico de la humedad o de la sequía a presentarse en el territorio”.
Estrategias en semillas y su manejo ante la falta de lluvias
Ahora que han pasado los meses y casi estamos a final del año, es posible hacer un balance entre el pronóstico y lo que sucedió en el terreno de la realidad, sobre todo en este año U jaabil tikin cháak, año en que habrá escasas lluvias, compartió Bernardo Caamal a quienes asistieron a este encuentro campesino.
“En sí, este año las lluvias no fueron uniformes, luego como las milpas no todas son iguales debido al tipo de suelo, y luego considerar si son de tipo Ch’akbeen (Milpas nuevas) o Sak’aab (cañadas), tan solo considerar estos elementos, son determinantes para saber si con las primeras lluvias que caigan se mojen los suelos y se cultiven.
Hubo lugares donde se presentó buenas lluvias en la primera semana del mes de mayo o en el mes de junio, el detalle, fue que después se presentó la canícula severa del mes de julio. Aunque hubo quienes adelantaron sus siembras, sin embargo, hubo casos en que las semillas se “sancochó” y no germinó. Otros no toleraron más de tres semanas sin lluvias o en su caso, las semillas fueron extraídas por los pájaros.
En otros casos, hubo plantas de maíz que, a pesar de la falta de lluvias, tan solo con la humedad que se registran por las noches, crecieron pero debido a la intensa sequía, al final fueron afectados por gusanos cogolleros.
Por su parte milperos de Ichmul (Chikindzonot) compartieron: “Yo sembré desde las primeras lluvias en mayo, y perdí; en junio y volví a perder debido a la falta de lluvias; pero como campesinos no debemos perder las esperanzas, por eso con las lluvias de la primera semana del mes agosto volví a sembrar y son los que estoy logrando ahora, aunque perdí las calabazas Xt’óop”.
Hay quienes en sus milpas es posible observar plantas de maíz que aún se encuentran en diferentes etapas de crecimiento y desarrollo. Algunas con poco más de cuatro semanas, otros en etapa de floración, o ya con elotes listos para sancochar, y tan sólo en estas milpas, se evidencia la forma en que las lluvias cayeron y el productor sembró conforme llovía, lo que propició que las plantas no sean homogéneas en cuanto a tamaño y en su fase productiva.
Milpas de Atanacio Dzib, comunicador y campesino
Pero quedó claro, quienes conocen sus semillas y las cultivaron, lograron el éxito en sus cosechas, tal como nos comparte en estos momentos Atanacio Dzib Seca, notable milpero que ha estado mejorando sus semillas que él les llama “Kuxtal1” En donde va mejorando no solo la producción, sino minimizando la fragilidad del tallo en los últimos nueve años y, desde luego, resistente a la sequía.
Tal como nos comparte Atanacio, cultivó sus semillas de forma atrasada. No quiso arriesgarse, y desde luego conociendo la irregularidad lluviosa de este año, fue así que, con las lluvias de agosto, sembró los primeros días de este mes. De acuerdo con sus registros, en la etapa actual en que se encuentran sus cultivos, solo han tenido dos lluvias muy buenas, y en algunas solo muy ligeras, quedó claro que prácticamente crecieron con la humedad que hay en el ambiente y del suelo.
Quedó claro que cerca de esta milpa, en donde a pesar de los efectos de la sequía, se observan buenas mazorcas y plantas con buen follaje. A lado, es posible observar los maíces híbridos que fueron cultivados, aunque creció y produjo mazorca, pero tan solo en observarlo, es evidente los efectos de la falta de lluvias, mientras que las semillas nativas, reiteran su resistencia a las sequías y sin hablar de otras bondades.
Experiencias de milperos
“Ser milpero, no solo es cultivar las semillas, sino reflexionar cómo mejorar la producción, y eso significa como “cruzar esas plantas que queremos, para lograr el porte y la producción deseada”, aclaró Marcelo León, destacado promotor de la escuela de agricultura campesina U Yíist Kan de Maní.
-Tenemos que saber las fechas en que florecen y definir quién tendrá el papel de mamá y de papá, para ir definiendo como trabajar con los maíces. Eso significa que tenemos que trabajar por muchos años.
“En el caso del maíz Kuxtal, llega a producir hasta una tonelada en las milpas de temporal y en suelos casi tipo ts’ek’el, mientras que si los cultivamos como en los suelos mecanizados de temporal llega hasta más de 2 toneladas, indicó don Marcelo.
“Cuando llega la sequía, es cuando observas la realidad, antes de ser ganadero, hay que ser buen productor” nos compartió Nemencio May Uicab, uno de los campesinos que asistieron al encuentro.
La mañana de este domingo, entre que se compartían los resultados del Xok k’iin, quienes participaron en este encuentro campesino, entre que degustaban elotes sancochados y atole nuevo, analizaron cómo impactó la falta de lluvias en las milpas y la oportunidad de reflexionar en el papel de las semillas nativas ante el cambio climático.
Por otro lado, a pesar de informes que hablan de cuantiosos apoyos al campo, lo cierto es que no cubren ni la mitad de quienes se dedican a la producción, y luego en lugares donde los suelos “no son aptos para la agricultura” o son de “difícil acceso”.
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