Hace tres años una meridana adquirió un predio del centro de la ciudad, sin saber que hoy haría un macabro descubrimiento, luego de que le pidió a uno de sus empleados que limpiara el lugar.
En el terreno de la vivienda, ubicada en la calle 62 entre 81 y 85 del centro, el “chapeador” encontró una osamenta humana (un cráneo y dos extremidades).
Se descarta que se trate de un fallecido reciente, por las condiciones en que están los huesos.
El hallazgo se hizo aproximadamente a las 5 de la tarde en el mencionado predio, el cual quedó acordonado para realizar las investigaciones.
Por lo pronto la dueña de la casa no podrá disponer de su propiedad.