Gonzálo Iván Durán Chincoya, diputado local por el puerto de Veracruz, perteneciente a la fracción de Morena, se declaró persona no binaria.
“Yo les pido, con todo respeto y favor que se dirijan hacia mí por el pronombre de ‘diputade’, si se refieren a la parte legislativa, y ‘elle’ si se refieren a nivel personal”, exigió.
Anunció que impulsará una iniciativa de ley para que se use y respete el lenguaje inclusivo, se diferencie de los géneros masculino y femenino a las personas que no se identifican con alguno de estos, y promoverá la ley de identidad de género para las personas transgénero.
Su condición de persona no binaria causa complicaciones en la distribución de género en el Congreso de Veracruz.
La pregunta es ¿En dónde ubicarán al candidato ‘no binario’? Es decir, ¿Dónde ubicarán a Durán Chincoya? ¿Ocuparía el número 25 de las curules que les corresponden a las mujeres o el número 25 de las que les corresponde a los varones? No es algo tan fácil y simplista de definir pues por definición y registro es “no binario”, ni hombre ni mujer.
Si se ubica a Durán Chincoya en el grupo de las mujeres, ellas pierden un espacio y viceversa si se ubica en el grupo de los varones.
El propio Durán Chincoya pide públicamente que sea considerado como ‘diputade’, lo que visibiliza aún más el problema que cada día se agudiza más, pues al no poderle considerar ni como mujer ni como varón, quedarían solo 49 curules a repartir. Lo anterior matemáticamente hace imposible la tan buscada paridad de género, pues tratándose de seres humanos no se puede partir a uno para ubicar mitad en un lado y la otra mitad en el otro. Forzosamente habrá 25 hombres, 24 mujeres y un no binario; o 25 mujeres, 24 hombres y un no binario.