Quién sabe desde cuando rondaban los pensamientos suicidas en la mente de A.M.U.R., de 29 años, pero lo que sí se sabe es que anoche los ejecutó… y no falló.
El joven llegó a su casa en la colonia Renacimiento y por ser “viernes social” se puso a ingerir bebidas embriagantes desde la tarde.
Su hermano menor vio que alrededor de las 8:30 de la noche se dirigió a su habitación y se encerró.
Unas dos después el hermano quiso entrar al cuarto a ver cómo estaba, y se percató que la puerta estaba cerrada con seguro.
Preocupado, se dirigió a la parte posterior de la casa, y desde una ventana vio que su hermano se había ahorcado con el brazo de una hamaca.
Enseguida entró por la ventana, descolgó a su hermano y lo recostó en una cama. Lamentablemente ya no tenía signos vitales.