Yucatán se ubica entre las 11 entidades federativas que en 2020 reportaron un aumento en la tasa de víctimas por cada 100 mil habitantes, de cerca del cuatro ciento, ubicando muy por debajo de Campeche, reveló el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi)
En la presentación de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (Envipe) 2021, se estima que fueron 21.2 millones de víctimas de al menos 18 años de edad, lo cual representa una tasa de prevalencia delictiva de 23 mil 520 víctimas por cada cien mil habitantes durante 2020, cifra estadísticamente inferior a la estimada en 2019.
Es decir, hubo una reducción del 5.3 por ciento, ya que en el año anterior fue de 24 mil 849.
De acuerdo con la estadística, fueron ocho entidades federativas que tuvieron un notable aumento anual, encabezado por Nayarit, con 30.1 por ciento, seguido de Baja California Sur, el 23.2 por ciento, y Campeche, el 22.6 porcentual.
Mientras que del otro extremo de la tabla está Aguascalientes, con 19.2 por ciento, Sinaloa, el 16.2 por ciento, y el Estado de México, el 15.6 por ciento.
En el caso de Yucatán, el aumento es del 3.7 por ciento, pues en 2019 fueron 15 mil 437 por cada 100 mil habitantes y en 2020 fueron 16 mil 11, mientras que en Quintana Roo, hubo una disminución del 3.6 porcentual.
De acuerdo con el Inegi, el propósito de esta encuesta es generar información a nivel nacional, por entidad federativa y áreas metropolitanas de interés sobre el fenómeno de la victimización delictiva durante 2020, así como la percepción social respecto de la seguridad pública y el desempeño de las autoridades en el periodo de marzo y abril de 2021, para proveer información a la sociedad y a quienes toman decisiones de política pública en estas materias.
La Envipe permite hacer estimaciones estadísticas sobre la victimización que afecta de manera directa a las personas y a los hogares en los delitos de robo total de vehículo, robo parcial de vehículo, robo en casa habitación, robo o asalto en calle o transporte público. Asimismo, robo en forma distinta a las anteriores (como carterismo, allanamientos con robo en patio o cochera, abigeato), fraude, extorsión, amenazas verbales, lesiones y otros delitos distintos a los anteriores (como secuestros y delitos sexuales). Delitos como narcotráfico, delincuencia organizada, robo de combustible y trata de personas, entre otros de este tipo, no son susceptibles de medirse en una encuesta de victimización.
La tasa de incidencia delictiva por cada cien mil habitantes en 2020 fue de 30 mil 601, cifra estadísticamente menor a la estimada en 2019 que fue de 33 mil 659.
El delito de robo en la calle o transporte público presentó una reducción en su frecuencia, al pasar de 27 por ciento del total de los delitos ocurridos durante 2019 a 22.5 por ciento en 2020.
En 2020, el costo total a consecuencia de la inseguridad y el delito en hogares representó un monto de 277.6 mil millones de pesos, es decir, el 1.85 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). Lo anterior equivale a un promedio de siete mil 155 pesos por persona afectada por la inseguridad y el delito.
La cifra negra, es decir el nivel de delitos no denunciados o denunciados que no derivaron en carpeta de investigación, fue de 93.3 por ciento a nivel nacional durante 2020.
La Envipe 2021 estima que los principales motivos que llevan a la población víctima de un delito a no denunciar son por circunstancias atribuibles a la autoridad, tales como considerar la denuncia como pérdida de tiempo con 33.9 por ciento y la desconfianza en la autoridad con 14.2 por ciento.
La percepción de inseguridad de la población de 18 años y más en las entidades federativas en marzo y abril de 2021 se ubicó en 75.6 por ciento.
Durante el mismo periodo, la sensación de inseguridad en los ámbitos más próximos a las personas fue de 65.5% en su municipio o demarcación territorial y 41.9% en su colonia o localidad. Dichas estimaciones fueron estadísticamente menores a las registradas en 2020.