Un día como, hace 19 años, azotó en Yucatán el que es considerado el huracán más devastador de los años modernos.
Aunque no tuvo la fuerza de Gilberto en septiembre de 1988, el huracán Isidore causó más destrucción por su lento avance y por el tiempo que permaneció en tierra en la península.
Una peculiaridad de este meteoro, que popularmente fue conocido como Isidoro en Yucatán, es que en realidad el nombre que tenía era femenino y por una mala traducción de un medio de comunicación, que en ese entonces era predominante, se le quedó como masculino.
Incluso se menciona que la NOAA envió una carta al citado medio para solicitarle que ya no se hagan traducciones de los nombres asignados a los ciclones tropicales, pues en las listas de cada año hay nombres en inglés, francés y español, es decir, las lenguas que se hablan en la región Atlántico, Caribe y Golfo de México.
En Yucatán era costumbre que se tradujeran al español los nombres de los ciclones. De ahí que Gilbert fuera conocido como Gilberto.
Hay un caso que también llama la atención: el huracán Agnes, que fue el primero en la lista de 1972 y al traducirlo quedó como Inés (como si fuera una tormenta a media relación).
Actualmente, a raíz del problema con la traducción de Isidore, ahora ya no se traducen los hombres de los ciclones tropicales.
En el caso de Grace, de reciente afectación, si se continuara con la traducción de nombres, sería conocido como Gracia.