PETO, 5 de septiembre.- (Boletín del Colectivo Xok k’iin) Después del paso de la tormenta tropical “Grace” en gran parte del territorio maya peninsular, en las últimas tres semanas, las lluvias han caído de forma dispersa, tal como han sucedido en los últimos meses del temporal lluvioso, lo que ha ocasionado que las milpas han sido cultivadas de igual forma.
Si bien en los servicios meteorológicos mostraron ayer sábado 4 de septiembre, en cuanto a la presencia de Yuum Cháak – el gran señor de las lluvias de acuerdo a la cultura maya) en el vecino estado de Quintana Roo, la realidad fue que se registraron lluvias más intensas en gran parte de esa entidad, pero en el sur de Yucatán, solo en algunos casos, hubo ligeras lloviznas, y lluvias más puntuales en zonas más cercanas a la ciudad capital, Mérida, y por el poniente del estado.
De acuerdo con los registros del Xok k’iin 2021, para el mes de septiembre, de acuerdo con los pronósticos realizados en el mes de febrero, desde la última semana de agosto y hasta después del 8 de septiembre no habría muchas lluvias en gran parte de la región central del territorio peninsular, aunque no se descartó la presencia del chak ik’aal en algunas partes del territorio.
El mapa de pronósticos del Xok k’iin destacó que para los meses de enero hasta abril, la simbología que muestra esos vientos con efectos directos en la agricultura, en ese tiempo es llamado como el mosón ik’, mientras que a partir del mes de mayo hasta estos últimos meses del año, serían como los ciclones o chak ik’aal.
El xok k’iin del mes de septiembre mencionó que las lluvias más notorias se registrarían a mediados de este mes, luego tendrá una ligera disminución de las precipitaciones; sin embargo, hay que estar prevenidos para el mes de octubre, ya que será el mes más intenso del año que habría presencia más activa de los ciclones y de las lluvias torrenciales.
El estudio que se realiza en los últimos 16 años en el territorio maya peninsular, por el colectivo Xok k’iin, indicó, que es de interés considerar siempre a los registros de los bioindicadores, cuyos datos son básicos para el ajuste del pronóstico general de este año, mismo que le da más precisión en cuanto a los tiempos de las lluvias o sequías que se presenten en la región.