Tras su diagnóstico de cáncer de estómago, un vecino de 68 años del municipio de Peto lo tomó como una sentencia de muerte, y decidió adelantarse a su cita con el más allá.
Desde días antes había anunciado que quería matarse para evitar las complicaciones y penurias por la enfermedad.
Sus familiares solo lo oían, sin saber qué hacer.
Esta madrugada su esposa comenzó a escuchar que le decía palabras de despedida.
Cuando el hombre se calló la mujer fue a verlo si estaba bien y lo encontró inconsciente y con espuma en la boca.
Debajo de la hamaca encontró un recipiente de lanate, insecticida utilizado en la agricultura.
Los hechos ocurrieron en un predio de la colonia Francisco I. Madero de Peto.
Al lugar llegaron paramédicos que confirmaron el fallecimiento.