El director del Centro de Integración Juvenil (CIJ), Víctor Roa Muñoz, advirtió que los bajos costos que se manejan para distribución del cristal, es un factor clave para que los jóvenes se inicien en su consumo y potencial adicción a esta droga.
En entrevista, el directivo nformó que en 2019, el 20% de los casos que atendía CIJ correspondían a consumo de cristal, porcentaje que pasó a 42% en el 2020, y a 58% en 2021.
«Los pacientes nos dicen que consiguen una bolsita en 30, 50 pesos, por ejemplo. Son bolsitas de hasta un gramo de peso», refirió.
Señaló que, en promedio, se atiende hasta 35 casos al mes de personas con adicciones, cifra que bajó a 10 durante la pandemia, aunque ya se registró otro aumento de hasta 30 por mes.
Aseguró que una adicción a esta metanfetamina, requiere de tratamientos especializados, en situaciones graves, algo que difícilmente se consigue a nivel local, por lo que urgió en la necesidad de evitar su consumo.
«Es una sustancia altamente adictiva y tóxica. Entonces, esto hace que la consulta externa que CIJ ofrece no sea suficiente, se requiere una contención mayor. Los establecimientos que atienden adicciones también están rebasados. Se requiere un tratamiento psicológico y psiquiátrico», expuso.
Precisó que el cristal es una metanfetamina que se produce en laboratorios clandestinos, la cual se ha posicionado en Yucatán y en todo México, cuyo aumento en el consumo se conoce desde hace 5 años se detectó el crecimiento y se propuso una campaña para evitarlo.
