La depresión es un trastorno del estado anímico que se caracteriza por fuertes y constantes sentimientos de tristeza, ira o frustración que en casos graves, y de no recibir tratamiento, puede llegar a generar incapacidad o hasta pensamientos suicidas; el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Yucatán orienta sobre esta patología y los servicios que otorga para su atención.
Es importante reiterar que la depresión puede presentarse a cualquier edad, incluyendo en niñas y niños, o adultos mayores.
Sin embargo, este trastorno del estado anímico puede recibir tratamiento y con ello lograr una recuperación, ya que el paciente aprende a conocerse y analizar aquellas situaciones que anteriormente consideraba insuperables.
El doctor Luis Quijano Romero, especialista en Psiquiatría, explicó que la depresión es una enfermedad que está relacionada con una disminución en la serotonina, que es un neurotransmisor que regula las emociones de bienestar y el sueño; provocando un cambio en la energía del organismo, y se ve reflejado en una serie de alteraciones en las que dominan los sentimientos de tristeza.
Cabe señalar que el tratamiento para la depresión leve puede requerir, en ocasiones, tan sólo un cambio de hábitos o rutina de vida; por otro lado, en la depresión moderada o grave, suele ser necesaria la combinación de terapia psicológica, atención por un médico especialista en psiquiatría y/o en otras ocasiones de seguimiento farmacológico.
Para el seguimiento de este tipo de casos el IMSS Yucatán cuenta con médicos y especialistas en Trabajo Social, Psicología y Psiquiatría, en Unidades de Medicina Familiar y
Hospitales, quienes otorgan orientación sobre grupos de apoyo y, en caso de requerirse, tratamiento y seguimiento farmacológico.
De igual forma, los pacientes con depresión son orientados sobre actividades de esparcimiento e integración que se imparten en el Centro de Seguridad Social (ubicado en calle 41, por 34, en colonia Industrial).
Algunas de las señales que pueden registrarse debido a este trastorno, son: cansancio extremo y/o insomnio, dolores de cabeza, malestar general, problemas gastrointestinales y cambios en el apetito; así como aislamiento, llanto fácil, fatiga, irritabilidad y falta de concentración.
Cabe señalar que la depresión tiene varias causas que pueden combinarse: las hereditarias, es decir tener familiares con este trastorno, y las causas ambientales, como por ejemplo: intenso estrés en el ámbito laboral, social y/o familiar.
Finalmente, si las sensaciones de tristeza son recurrentes se debe considerar que es imprescindible consultar al especialista. Si la persona afectada no tiene el deseo de acudir, es recomendable que los familiares estén atentos a los cambios de ánimo y también busquen orientación.
