En plena Semana de Yucatán en México, evento que ha tenido una destacada respuesta del público capitalino, un aparente conflicto familiar con implicaciones económicas amenaza con empañar el éxito de la muestra más importante de promoción comercial y cultural del estado.
A través de una carta dirigida al secretario de Economía de Yucatán, Emilio “Milo” Barrera Novelo, un empresario solicitó el “desistimiento inmediato” del uso de la marca registrada “Los Almendros”, argumentando que no se le otorgó licencia, permiso ni autorización para utilizar el nombre en el evento que se realiza en la Ciudad de México.
El denunciante advierte que, de no corregirse lo que considera una infracción a la Ley de la Propiedad Industrial, se procederá con denuncias ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), pues —asegura— las sanciones pueden incluir multas y clausuras.
Lo que podría parecer un reclamo legal legítimo se torna más complejo: el denunciante es hermano de la actual presidenta de la CANIRAC y del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) de Yucatán, Claudia González, quien —según diversas fuentes— es también hija del propietario original de la marca “Los Almendros”.
La propia empresaria se encuentra participando en la Semana de Yucatán en México, encabezando las actividades del sector restaurantero y empresarial. En redes sociales, el mismo denunciante ha señalado que su hermana está al tanto de la situación, lo que ha desatado comentarios que ven en este caso un conflicto familiar con intereses económicos más que un verdadero litigio de derechos marcarios.
Cabe destacar que, en este conflicto entre particulares, se pretende involucrar al secretario de Economía, Milo Barrera, a quien se le exige intervenir o tomar postura en un asunto que corresponde resolver a instancias legales y no al gobierno estatal.
Mientras tanto, el evento continúa con éxito, destacando la participación de empresas yucatecas que promueven productos, gastronomía y cultura, aunque el ruido mediático generado por esta disputa amenaza con desviar la atención de lo que debería ser una celebración del talento y la identidad de Yucatán.