Invasión de ‘mosco negro’ en el poniente de Mérida

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Por segundo días consecutivo, en diversas colonias y fraccionamientos del Poniente de la ciudad se registró la proliferación del “mosco negro”, transmisor de la encefalitis, cuya picadura es bastante molestosa.

Incluso, la presencia del mosquito de la especie Aedes taeniorhynchus también se reportó en algunas zonas del Oriente de Mérida así como en las comisarías del Sur de ésta ciudad capital.

Ante tal problemática, personal de la Secretaría de Salud de Yucatán (SSY) y del Ayuntamiento de Mérida realizaron actividades para contrarrestar la presencia del insecto.

En los últimos cuatro años se ha registrado brotes de tres especies diferentes de dípteros, pero en el caso del “mosco negro” corresponde de 2016 a la fecha.

Por tercer año consecutivo se registra un brote de esta especie de zancudo, vector de la mortal enfermedad de encefalitis.

El primer ataque ocurrió el 26 de octubre de 2015, cuando la población sufrió el embate de los moscos Culex quiquefasciatus y Ochlerotatus taeniorhynchus.

El Aedes taeniorhynchus afectó el 20 de agosto de 2016, el 12 de junio de 2017, y el pasado miércoles 11.

Anoche, los reportes se registraron en las colonias Bojórquez y Francisco I Madero, así como en los fraccionamientos Yucalpetén, Bosques de Yucalpetén, Mulsay, Nora Quintana, y en el complejo habitacional de Ciudad Caucel, entre otros.

En el caso del Oriente de la ciudad, está la Ávila Camacho, Fidel Velázquez y Pacabtún, principalmente.

De acuerdo con la SSY, con base al análisis de las ovitrampas, los especialistas de la dirección de Vectores determinaron que la plaga fue de Aedes taeniorhynchus.

El incremento de este mosquito se debe a las recientes lluvias, pues vive en las reservas naturales de agua y en los manglares de la costa, y las corrientes de aire permitieron su arribo a algunas zonas urbanas.

El mosco Aedes taeniorhynchus es considerado como una molestia sanitaria por su alta densidad poblacional y su agresiva picadura.

Los ejemplares adultos descansan en la vegetación durante el día y atacan a cualquiera que invada sus guaridas, inclusive en pleno sol.

Estos zancudos se caracterizan por ser aviadores fuertes que pueden avanzar muchos kilómetros lejos de su hábitat natural hacia las ciudades.

El “mosco negro” propaga la encefalitis, la cual es la inflamación del encéfalo debida, generalmente, a una infección vírica. Aunque es una enfermedad rara, resulta mortal para la persona que la padece.

Los signos y síntomas en pacientes con encefalitis comienzan en un plazo de tres a siete días de la infección, e incluyen fiebre, dolor de cabeza, irritabilidad, inquietud, somnolencia, anorexia, vómitos, diarrea, cianosis, convulsiones y coma.

Aproximadamente una de cada tres personas que desarrollan infecciones encefalíticas van a morir, y los que sobreviven a menudo tienen leve a severo daño neurológico permanente.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]