INCREMENTA EL CONSUMO DE DROGAS EN MUJERES, BAJAN ÍNDICES DE ALCOHOL Y MARIGUANA, PERO AUMENTA EL CRISTAL

El Director de los Centros de Integración Juvenil Mérida (CIJ), Víctor Roa Muñoz, dio a conocer que si bien se ha presentado un descenso en el consumo de alcohol y mariguana en la entidad, lamentablemente el cristal ha registrado un incremento e igualmente en los últimos años ha aumentado el porcentaje de pacientes del género femenino.

Roa Muñoz informó que la demanda de las metanfetaminas en el estado ha alcanzado un rápido avance en los últimos cinco años, ya que en el 2020 presentó un 42 por ciento y apenas un año después subió hasta el 58 por ciento.

“Cerramos el 2021 con una disminución de los casos de consumo de alcohol y mariguana de 20 puntos porcentuales, pero seis de cada 10 de los pacientes que atendimos fue a causa del cristal, es una situación que nos está preocupando y ocupando, por lo que estamos dirigiendo la información preventiva hacia esta sustancia en particular”, dijo.

“Estamos trabajando con los usuarios de esta droga y buscando alternativas para que vayan superando la adicción. También estamos viendo lamentablemente que se presentan índices a edades más tempranas, muchos adolescentes brincan ya el alcohol que era la sustancia de inicio, a la mariguana y al mismo cristal”, agregó.

El dirigente confirmó que la pandemia agudizó el problema, sobre todo porque acentuó muchos problemas de salud y llegó a evidenciar también cómo está la salud física y emocional en el país.

“Otro dato importante es que ya hay más consumidoras, en el 2021 la proporcionó arrojó tres varones por cada mujer, mientras que hace una década era de 10 hombres por cada femenil. Se ha acortado la diferencia y sobre todo hay un consumo excesivo de alcohol en el género femenino y muy jóvenes”, indicó.

“El consumo de cristal es parejo, puede afectar a cualquier nivel socioeconómico, pero se hace más evidente en las clases socioeconómicamente bajas. Hay que seguir trabajando mucho en la detección temprana, a veces llegan con dos o tres años de consumo, cuando ya la situación es bastante compleja y muy difícil para poder brindarle los apoyos que requiere el paciente”, concluyó.